jueves, 7 de diciembre de 2017

A buscar lo que es nuestro


Nuestra infancia independentista se revistió de hazañas y proezas que nos han contado padres, madres, hermanos, tíos y abuelos. Que Independiente fue el primer campeón de América, que en el Nacional 77', salió campeón con 8 jugadores y con todo el mundo en contra, que somos el único equipo con siete Libertadores y, encima, cuatro fueron de manera consecutiva, son solo algunas frases que resumen a grandes rasgos historias que nos han contado durante toda nuestra niñez. Ni hablar de recuerdos contra el clásico rival: la anécdota de 1983 campeonando en la cara de un Racing descendido es difícil de superar; aunque recientemente se hayan sumado otras como la de jugar con suplentes, juveniles, el tercer arquero y así ganar de todos modos en su cancha. En fin...

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Éste es mi regalo


Inmóvil. Todavía faltan unos minutos para que termine el partido pero yo no me puedo mover. Veo y escucho que el estadio se viene abajo, que la gente salta y canta, pero yo sigo sin poder levantar un brazo. Debemos estar a 60 o 120 segundos de un hecho histórico, o cosa por el estilo. Veo padres abrazándose con sus hijos. Abuelos abrazándose con sus nietos. Parejas. Amigos. De todo. Las lágrimas que quería evitar de a poco me empiezan a decorar los vidriosos ojos. Es aquí y ahora. Mi mente lo está grabando todo. Y, pese a quien le pese, será un momento que llevaré conmigo hasta la eternidad. Por desgracia.

lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Sabés cuánto, Rojo?


Siete años y tres días después de aquel inolvidable partido ante Liga de Quito, estamos acá, sin poder dormir. Sin pegar un ojo desde hace varios días, cuando el partido de ida ante Libertad quedó concluido. No es culpa nuestra, nos tocó ser así. Nos tocó vivirlo así. Nos pasaron muchas cosas en estos 2558 días; muchas de verdad. Y algunas fueron irreversibles. Atravesamos cosas que ni el más pesimista imaginó. Y estamos acá, otra vez acá. Muchas cosas cambiaron desde entonces. Tal vez haya otros nombres y otra mentalidad -bendito sea Ariel Holan y su afán por recuperar la identidad perdida de este club-, o el estadio tenga más capacidad que hace unos años atrás (aunque nos parezca extraño, algunas cosas cambiaron para mejor). Pasaron por nuestras narices miles de actos impuros: promesas incumplidas y engaños a escondidas, momentos de desolación, derrotas sin consuelo. Catástrofes irremediables, por más exagerado que suene. Pasó de todo

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Todavía creemos


Volar en avión es una experiencia maravillosa. Amén del cosquilleo interno que nos genera -o la sensación de incertidumbre que provoca-, también nos permite atravesar distancias muy largas en muy poco tiempo. Tal vez esa sea su mejor razón de ser, su mejor característica. La que hace posible que un joven esté siguiendo a su equipo en Asunción (Paraguay) y, unas horas luego, se encuentre dentro de su oficina en Buenos Aires redactando algunas líneas sobre la experiencia de haberlo realizado.

jueves, 26 de octubre de 2017

Entender lo que nos genera


Aunque parezca una cuestión axiomática, para un fiel seguidor de un equipo de fútbol –cualquiera que sea- no hay nada más irresistible que una noche de Copa. Las horas del día no pasan y la jornada laboral –o de estudio- parece mucho más lenta, pero la ansiedad y los nervios nos aceleran el ritmo cardíaco. El deseo de que el bendito momento llegue y por fin se emprenda el recorrido hacia el estadio se adueña de nuestro estado mental. La sensación de estar apoyando a los propios cuando asoman al campo de juego, minutos antes de que todo comience, es impagable. Y así, miles de sentimientos más que sólo se apaciguan cuando la pelota comienza a rodar, el partido empieza a andar y todo va pasando muy rápido.

lunes, 25 de septiembre de 2017

La imagen también te hace grande


Aunque el esfuerzo psicológico de creer que los árbitros no obran de mala fe y son seres humanos que pueden equivocarse de diversas y reiteradas formas, lo sucedido el sábado con el penal en contra de Independiente hizo a varios (DT, dirigentes y, sobre todo, a la gente) poner el grito en el cielo. Y no está mal, porque el hincha sospecha que a su club se lo perjudica si se presta atención en las jugadas polémicas de los últimos encuentros (por citar algún ejemplo más, el gol anulado a Olimpo o el penal de Atlético Tucumán).

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Basado en una historia real


La de anoche fue una de esas noches que siempre soñamos vivir. Una historia como esas que contaba el abuelo, el tio o papá y los más jóvenes no llegamos a presenciar. Esas en las que la palabra mística y un grupo de once corajudos invitaban a los rivales que venían a Avellaneda a despedirse de la copa. Así era. Y así fue en esta inolvidable jornada donde, una vez más, es preciso mirar para adentro, rebobinar el cassette y tener algunas cositas presentes. Sobre todo los hinchas.

jueves, 18 de mayo de 2017

Déjà vu


¿Cuántas veces pasamos por situaciones en las que sentimos que ya estuvimos antes? La piel de gallina retroalimenta una sensación insólita, en la que suponemos vivir algo que anteriormente “soñamos”. O simplemente, asociamos un hecho actual a algo similar que ocurrió en el pasado. 

martes, 16 de mayo de 2017

Felices los cuatro


Hace mucho que ir a ver a Independiente me genera cosas ajenas al fútbol. Otras cosas, que si bien ya quedan muy lejanas en el tiempo, me mantienen intacto el recuerdo de aquella primera vez cuando papá me dijo: "¿Vamos a verlo a la cancha?". Yo me preguntaba cómo sería, qué me encontraría al llegar al lugar del que tanto me había hablado. Y ahí estábamos, una nublada tarde de domingo en Avellaneda, él y yo -sin Aye porque 'era peligroso'-. Para no perder la costumbre, Independiente ya no peleaba por nada a esa altura del torneo, pero ganó 2-0 y mi alegría no podía ser superada por nada del mundo. El lunes me encargué de mantener bien entretenido a un conglomerado de purretes de jardín con el acontecimiento vivido hace menos de 24 horas. Y fui feliz, porque Independiente me hizo feliz.

Me costó volver a encontrar esa sonrisa con el correr de los años. Pero cuando papá estaba, siempre había un motivo para reír. Un 4-0 a Boca para cortarle una inmejorable racha, ganarle con la camiseta a los vecinos, torazos en rodeo ajeno, algunas inolvidables tardes/noches del 2002 y algunas otras locuras del Pocho y el Kun unos años más tarde. Y no mucho más. Con el viejo no pude disfrutar más que esos abrazos envueltos en lágrimas tras el histórico cabezazo de Pusineri o la goleada en el Bajo Flores. Y se fue no más. Y no imaginaba lo difícil que sería ir a la cancha sin un tipo sensato con el que se podía hablar o discutir de fútbol sin necesidad de agarrarnos a las piñas por no coincidir.

lunes, 8 de mayo de 2017

Dignos de un team muy valiente


Muchas veces escuché hablar de esto. Muchas más, todavía, leí sobre el asunto. Si existe alguna noche que englobe la impronta de Independiente para el resto del mundo futbolero, habrá que recurrir a algún partido -sin distinguir rival, estadio o instancia- de esas inolvidables jornadas de Copa Libertadores que lamentablemente mi generación no vio. El primer amor del Rojo; y el último, también.

domingo, 19 de marzo de 2017

El poder de la información


Hace años entendí que mi pasión era comunicar. Siempre soñé con tener un periódico, escribir en una revista, hacer un documental, crear un medio de comunicación propio y seguir una línea editorial o un estilo predeterminado. Hace años, por suerte, pude aventurarme en este difícil camino del periodismo y las cuestiones laborales. Y hasta ahora creo que tan mal no me fue.