martes, 9 de agosto de 2016

Nada ha cambiado


Han cambiado algunos nombres, han cambiado algunas ideas. Se han ido jugadores para el olvido y han llegado algunos pocos -por ahora, para el olvido también- para reemplazarlos. Se fue un DT y llegó otro, uno que nunca "se fue" de su casa.

Es cierto que han cambiado varias cosas en el elenco de Avellaneda; pero en fútbol, donde los rebotes no habilitan y dos más dos no siempre es cuatro, todo parece estar intacto: Problemas defensivos por doquier, poca generación de juego en el campo rival, inexistencia de sociedades interesantes del mediocampo hacia arriba y nulas -o casi, al menos- chances de anotar goles.