jueves, 14 de mayo de 2015

La mitad mas humo


Vergüenza. Esa palabra, por sí sola, podría resumir el sentimiento de las millones de almas que se encuentran en cualquier lugar del mundo mirando este Superclásico. El fútbol argentino está inmerso en una sociedad que no sabe ni siquiera a lo que apunta. Mientras los jugadores de River lloran por el gas pimienta que acaban de inhalar, la Bombonera grita: "Ohh, River no se va". Y pasea un drone con el fantasma de la B. Y celebra que los de Gallardo tiemblen. Y los hinchas se sienten orgullosos. Y lo peor de todo: Creen que está bien.