jueves, 18 de mayo de 2017

Déjà vu


¿Cuántas veces pasamos por situaciones en las que sentimos que ya estuvimos antes? La piel de gallina retroalimenta una sensación insólita, en la que suponemos vivir algo que anteriormente “soñamos”. O simplemente, asociamos un hecho actual a algo similar que ocurrió en el pasado. 

martes, 16 de mayo de 2017

Felices los cuatro


Hace mucho que ir a ver a Independiente me genera cosas ajenas al fútbol. Otras cosas, que si bien ya quedan muy lejanas en el tiempo, me mantienen intacto el recuerdo de aquella primera vez cuando papá me dijo: "¿Vamos a verlo a la cancha?". Yo me preguntaba cómo sería, qué me encontraría al llegar al lugar del que tanto me había hablado. Y ahí estábamos, una nublada tarde de domingo en Avellaneda, él y yo -sin Aye porque 'era peligroso'-. Para no perder la costumbre, Independiente ya no peleaba por nada a esa altura del torneo, pero ganó 2-0 y mi alegría no podía ser superada por nada del mundo. El lunes me encargué de mantener bien entretenido a un conglomerado de purretes de jardín con el acontecimiento vivido hace menos de 24 horas. Y fui feliz, porque Independiente me hizo feliz.

Me costó volver a encontrar esa sonrisa con el correr de los años. Pero cuando papá estaba, siempre había un motivo para reír. Un 4-0 a Boca para cortarle una inmejorable racha, ganarle con la camiseta a los vecinos, torazos en rodeo ajeno, algunas inolvidables tardes/noches del 2002 y algunas otras locuras del Pocho y el Kun unos años más tarde. Y no mucho más. Con el viejo no pude disfrutar más que esos abrazos envueltos en lágrimas tras el histórico cabezazo de Pusineri o la goleada en el Bajo Flores. Y se fue no más. Y no imaginaba lo difícil que sería ir a la cancha sin un tipo sensato con el que se podía hablar o discutir de fútbol sin necesidad de agarrarnos a las piñas por no coincidir.

lunes, 8 de mayo de 2017

Dignos de un team muy valiente


Muchas veces escuché hablar de esto. Muchas más, todavía, leí sobre el asunto. Si existe alguna noche que englobe la impronta de Independiente para el resto del mundo futbolero, habrá que recurrir a algún partido -sin distinguir rival, estadio o instancia- de esas inolvidables jornadas de Copa Libertadores que lamentablemente mi generación no vio. El primer amor del Rojo; y el último, también.